CHAL AMA
CHAL AMA
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Chal Ama esta hecho en un hilo particularmente fino dejando una sensación liviana, docil y levemente traslucida en este pañuelo. La exquisita combinación de dulces colores etéreos amarillo pastel, blanco invierno y rosillo convierten el refinado diseño geométrico en una pieza de coleción.
Dimensiones: 200 x 60 cm + flecos.
Si el producto no tiene stock se comenzará a preparar en el momento de la compra y su proceso de producción demora 20 días hábiles aproximadamente.



Informe de transparencia
PERSONAS / PROCESOS / TERRITORIO /
Autoras
Desde un permanente intercambio, que inició el 2015 en el Altiplano entre las diversas comunidades productoras de camélidos, tejedoras y la diseñadora Gabriela Farias, nace una sensible y proactiva relación humana y de trabajo.
Las artesanas que elaboraron esta prenda son expertas tejedoras aymara que mantienen activo el patrimonio que representa el tejido en su cultura, provienen mayormente de la Pampa del Tamarugal en la Región de Tarapacá, Chile. El diseño, resultado de un respetuoso dialogo técnico y creativo busca ser pertinente a las creadoras y su territorio, mientras que cuestiona y empuja los límites formales para su integración activa en el vestir.
Tecnología
El producto fue hecho a telar de dos lisos, el tejido se denomina como balanceado. La herramienta es un telar mecánico que se acciona por medio de pedales que la tejedora pisa en cada pasada de los hilos de la trama y no requiere energía artificial en ninguna parte del proceso. La prenda puede demorar días en ser tejida y gran parte del tiempo se dedica a la compleja planificación matemática y de proyección en la preparación inicial del tejido.
La técnica, actualmente ampliamente utilizada en las comunidades andinas, fue introducida en la época colonial por los españoles e integrada hasta la actualidad principalmente para los textiles y prendas utilitarias.
Alpaca
La alpaca es un animal que pertenece a la familia de los camélidos, se distribuyen a lo largo de la Cordillera de Los Andes en América del Sur en alturas entre 3.800 y 5.000 metros. Su domesticación se sitúa entre los 9.000 y los 2.500 años a.C. desde cuando forman parte fundamental en la cultura andina, lo que se traduce en una serie de actividades y ceremonias, canciones y permanente cuidado cariñoso del rebaño.
El pelo de la alpaca es parcialmente hueco, lo que hace que su fibra sea aislante y al mismo tiempo más liviana que otras lanas. Se comprende comercialmente bajo la denominación de fibras laneras finas, apreciadas o preciosas y representan sólo el 2,6% del total de las fibras que se comercializan en el mundo.
Bajo una mirada sustentable y en comparación con otras lanas preciosas como la cachemira, cuya lana es propia de una raza de cabras, la alpaca es amable con su medio natural ya que al comer la hierba de su entorno, lo hace cortando y no arrancando la planta, lo que permite que ésta siga creciendo. Además, sus patas poseen un acolchado o almohadilla, que trata con suavidad el suelo de los bofedales húmedos y blandos del altiplano a diferencia de las dañinas pezuñas de la cabras y ovejas. Otro factor a favor es que precisan menos agua y comida para sobrevivir que cabras y ovejas.